La Navidad es mi época favorita del año. Me encanta ver las calles y las casas decoradas con los adornos y colores típicos de estas fiestas. Y sobre todo me gusta por el espíritu que se siente y transmite durante estos días. En Navidad todos los sueños se pueden hacer realidad.
En estas semanas pasamos muchos momentos en familia y disfrutamos de comidas y cenas deliciosas con nuestros seres queridos. Este año va a ser muy diferente, ya que debido a la situación que estamos viviendo no vamos a poder hacer grandes reuniones. Por ello, ahora más que nunca, debemos crear conciencia y tener una organización y planificación de nuestra alimentación. De esta manera evitaremos caer en tentaciones y disfrutaremos mucho más, sabiendo que el resto de días estamos siguiendo una alimentación saludable. Y con esto no sufriremos el típico remordimiento por haber comido unos dulces, tomado una copa de sidra, etc.
Consejo 1: planifica tu menú semanal
Todos tenemos claro lo que vamos a cenar los días 24 y 31 de diciembre. También es habitual conocer con antelación las comidas de Navidad y Año Nuevo. Son fechas que preparamos con tiempo para que todo salga perfecto. Pero… ¿Qué pasa con el resto de días de esas semanas? ¿Somos realmente conscientes de lo que comemos el 24, mientras esperamos esa cena especial? ¿Y el 25 por la noche? Todo lo que no se planifica correctamente puede convertirse en un abuso de ultraprocesados, comida precocinada o comida rápida para salir del paso. Y estos alimentos son altos en grasas de mala calidad, sal, azúcares y harinas refinadas, todos de bajo aporte nutricional.
Te recomiendo que dediques tiempo a organizar las comidas y cenas de la semana, intentando seguir las recomendaciones del plato saludable: mitad de verduras y el resto, un cuarto de proteínas (carne, pescado, huevos o legumbres) y otro cuarto de hidratos de carbono (arroz, pasta, patata o pan). Créeme que es mejor dedicar una hora el domingo por la tarde a esta tarea que acostarte todos los días pensando “y mañana, ¿qué vamos a comer?”.
Una vez tengas hecho tu menú semanal es hora de ponerse con la lista de la compra. Así evitarás comprar alimentos que no necesitas y que no son sanos, lo cual también se traduce en ahorros económicos.
Consejo 2: pásate al Batch-Cooking navideño
El Batch-Cooking es lo que llevan haciendo nuestras abuelas y madres toda la vida y, últimamente, se ha puesto muy de moda entre influencers. Consiste en dedicar unas horas en un día que tengamos libre y hacer comida para toda la semana utilizando varios electrodomésticos a la vez. Así ahorrarás tiempo y energía. Por ejemplo: prepara un guiso de legumbres, un puré de verduras, cereales integrales como el arroz y la quinoa, y verduras asadas o al vapor. Puedes congelar algunas raciones y otras conservarlas en la nevera durante tres días.
Es un método muy práctico y podemos aplicarlo en Navidad. Durante la preparación de las cenas de los días 24 y 31 trata de aprovechar las diferentes técnicas de preparación (horno, vapor, cocción, etc.) para cocinar otros alimentos y así tenerlos hechos para el resto de la semana. Por ejemplo: mientras se prepara el asado navideño podemos hacer una escalibada de verduras aprovechando el calor del horno.
Consejo 3: evita comer de más en las cenas familiares
Se acercan las 12 de la noche del día 31 y has comido tanto durante la cena que tienes dudas de si podrás con las uvas. ¿Te suena?
Es importante ser conscientes de lo que comemos y tomar el control cuando nos sentamos a la mesa. Para evitar comer de más te recomiendo echar un vistazo a todas las preparaciones que se van a servir durante esa comida o cena y elijas todo aquello que te apetezca. A continuación, échate en tu plato la ración que creas adecuada. De esta manera estarás comiendo de todo, en las cantidades que tú has decidido previamente y evitando los excesos que nos provocan pesadez de estómago e hinchazón.
Es una buena técnica para no sentirte culpable, ni tener remordimientos por haber comido más de la cuenta. Piensa que si el resto de la semana sigues una alimentación saludable y rica en verduras, frutas, legumbres y cereales integrales, no pasa nada porque en esos días tomes alimentos que no comes de manera habitual.
Consejo 4: olvídate de compensar dejando de comer
¿Cuántas veces has escuchado o dicho: “Mañana estoy todo el día a base de ensalada”? En las cenas navideñas tendemos a comer más de lo que necesitamos y al día siguiente queremos compensarlo saltándonos una comida o comiendo poco. Pero esta no es la solución. Lo que de verdad funciona es ser consciente de lo que comemos y así evitar los excesos.
Consejo 5: no esperes a enero para cambiar tu estilo de vida
“En enero empiezo la dieta y me apunto al gimnasio”. Esta es la frase que todo el mundo dice al empezar el año, pero… ¿Cuántos la cumplen? Otra vez estamos en diciembre y volvemos a prometer que vamos a mejorar nuestra alimentación, dejaremos la cerveza, reduciremos los dulces, haremos más ejercicio, etc. Pero al final no nos lo tomamos en serio. Para cumplir nuestros propósitos es importante marcarnos unos objetivos realistas e ir haciendo cambios progresivos.
Por ejemplo, no sirve de nada quitarte de golpe el azúcar, ya que es probable que sientas ansiedad ante esa autoprohición. Esto es como si a un niño le dices que no coja las cosas del suelo: va a querer hacerlo. Continuando con el ejemplo anterior, una posible solución es: si tomas dos cucharillas de azúcar con el café, redúcelas a una y media, y así paulatinamente para que tu cuerpo no lo note tanto.
También es importante poner una fecha a nuestras metas, lo cual nos hará ser más conscientes y adquirir un mayor compromiso con nosotros mismos.
Por último, no esperes a enero para cambiar tu estilo de vida. La salud es lo primero y deberíamos tomárnosla más en serio. Olvídate de la mentalidad de dieta restrictiva porque no sirve de nada: lo que realmente funciona es la educación nutricional. Si aprendes a comer de manera saludable, junto con ejercicio físico, exposición solar y buen descanso, notarás cambios en tu estado de ánimo, te sentirás con más energía y el peso vendrá solo.
Consejos dietéticos para disfrutar sin remordimientos
Espero que estos cinco consejos os resulten útiles y prácticos. Mi propósito es ayudaros a que, gracias a la alimentación, disfrutéis de una vida plena y saludable. Si quieres empezar el año con un plan nutricional adaptado a tus necesidades y objetivos, puedes conocer más en detalle mi metodología de trabajo, así como mi trayectoria en el mundo de la nutrición. Como siempre, estoy a tu disposición por si tienes alguna duda.
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